Cristianismo y Bárbaros

La expansión a los bárbaros del cristianismo fue una gran fuerza que mezclo culturas y sirvió para asegurar que muchos de los recuerdos de la ley romana y el latín siguieran en muchos países como Francia, Italia, España y Portugal. El cristianismo fue trasladado a Irlanda por el misionero San Patricio en el siglo V, donde se extendió hasta Escocia, y luego regreso a Inglaterra por el norte. El Papa Gregorio Magno traslado misioneros a Inglaterra desde el sur, y durante muchos años Inglaterra se convirtió en cristiana. En Irlanda, ellos lograron sobrevivir a muchos ataques de la comunidad cristiana, sola de Europa por la barrera pagana y los anglosajones.